Nuestra percepción no es capaz de comprender un número ilimitado de elementos independientes. Ante una cantidad excesiva de elementos disonantes, fracasa y los rechaza.
Esto hace que nuestro sistema perceptivo tienda a unificar y organizar los elementos de la imagen en unidades simples. Contrariamente a lo que se pueda pensar primero percibe el conjunto y después pasa a identificar las partes.
Para conseguir simplificar y dar forma a las imágenes que recibe, la percepción trabaja según una serie de "leyes". Estas son:
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Nuestra percepción puede ser engañada, sobre todo cuando la información que recibimos es ambigua. Esto da lugar a diferentes ilusiones ópticas usadas como tema artístico y para estudiar el funcionamiento de nuestra percepción.